Introducción

Mira a través de este caleidoscopio, lo que hay en mi alma...

26 de julio de 2010

Yo Narciso

Según la versión de la mitología griega, Nicolas Caballero, Narciso (en griego Νάρκισσος) era un joven conocido por su gran belleza. Tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

Claramente nuestra primera impresión cuando leemos textos como el transcrito anteriormente, podríamos decir que estamos hablando de una exageración... sin embargo, es una realidad que se ve muy a menudo cuando se convive con el resto de los mortales, aquí en la Tierra... Sentirse adorado, amado, mostrarse en fotos para que el resto no se canse de contemplarte... pero sin tu llegar a amar realmente, sin llegar a darse uno mismo... sin dejar o permitirse la posibilidad de experimentar el mutuo amor entre dos personas... 
Parece algo sin importancia, pero si lo es, es importantísimo razonar al respecto, ya que la felicidad está muchas veces, mas cerca de lo que se parece, es decir, de que no necesitamos complicarnos  o exigir demasiadas cualidades, para por ejemplo llegar a tener una vida plena y feliz en pareja...
Que importa como somos, suene cursi o no, la realidad es que siempre pase lo pase, prevalecerá el interior de tu corazón...   

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