Introducción

Mira a través de este caleidoscopio, lo que hay en mi alma...

10 de marzo de 2012

Cuando el remedio es peor que la enfermedad...


Todo parecía ir bien, dentro todo estaba acostumbrándome a vivir una vida compleja con altibajos, entregando todo por inercia... pero como casi todo en la vida, un buen día probé un inocente remedio, como una aspirina para niños y creyendo que calmaría mi pasión, ocurrió que hizo sucumbir mi corazón...

Nunca pensé que iba despertar cosas que creía dormidas, que ya no existían, a tal punto, que iba apagar un sentimiento que parecía no haber existido jamás en mi, fue algo muy inesperado, aunque cuando  ya te das cuenta es demasiado tarde...

Hay una frase de una antigua película en donde la protagonista le decía a su pretendiente: "no despiertes a un tigre que duerme"
sucedió como la metáfora y casi anhelando a que vuelva a dormirse nuevamente...

Hace unos días le preguntaba a un amigo del por qué cometemos los mismos errores una y otra vez... es que acaso en un afán estúpido que tenemos ciertas personas necesitamos sentir emociones fuertes en la vida para sentirnos vivos?
Este amigo me dijo: "quizás no fueron cosas importantes en tu vida, por eso, en el tiempo vuelves a tropezar con la misma piedra, lo fuerte e intenso cala hondo siempre"
Y si lo piensas detenidamente, tiene mucho sentido, muy fácil de entender, sin embargo, casi imposible de practicar.

Siempre afloran sentimientos no a lugar, como la terquedad, esa que no deja que levante la vista hacia al frente, con la espalda erguida y el pecho henchido, controlando situaciones adversas... 

Esta semana mientras me he dado cuenta de eso, de lo baja que tengo la mirada y lo peor aún, que no puedo ocultarla a los demás, lo notan y me lo hacen saber, tanto que tengo que saber dar alguna respuesta para salir del paso... 
Todo por esa mirada, mi mirada tan fiel reflejo de mi alma, tan transparente que no logro ocultar mis momentos menos felices...  

Aún así, he intentado mirar al frente, sacar pecho y dejar que el viento acaricie mi rostro, como esperando que el se lleve toda congoja que pueda yo tener en mi ser...

A veces no se puede ser inmune a las enfermedades, es asi de simple... 
Por ahora no me queda mas hacer un pequeño alcance para mis lectores " no olviden leer bien y comprender la letra chica de los envases de ciertos remedios... "